Nos hemos acostumbrado a aceptar la corrupción como un fenómeno inevitable, una práctica socialmente aceptable, una manera de enriquecerse, medrar o ser respetado por el enriquecimiento fraudulento. He leído un pequeño libro del Papa Francisco cuando era el cardenal Jorge M. Bergoglio de Buenos Aires. Voy a reproducir algunas de sus reflexiones. La que se…