Ya sé que la palabra dada no se lleva en estos tiempos de pillerías globalizadas. No sabemos qué se dijeron Trump y Kim en el despacho de Singapur, tan coloreado y tan televisivo. Supuestamente se habló más de desnuclearización que de los derechos humanos. Los dos se trataron con la campechanía de viejos camaradas. Pero…