El despliegue informativo del gobierno Sánchez sobre el coronavirus es formidable. Y el de las autonomías, también. Salen de tres en tres, mañana y tarde, ministros, consejeros, expertos técnicos y algún que otro uniformado que desliza palabras muy inquietantes para la libertad de expresión. Y los periodistas aparecen también en una pantalla en plasma, invitados…